Tres grandes músicos yucatecos nacieron en mococha en el siglo XIX

Por Luis Pérez Sabido*

Ahora que al Centro Cultural Mocochá le han asignado mi nombre y que formo parte de la Unión de Escritores Comunitarios de Yucatán, lo que me honra profundamente, me he propuesto escribir sobre algunos aspectos históricos y artísticos que han tenido lugar en esa entrañable comunidad de la que soy originario. De ahí, el título de este primer artículo en el que abordo la vida y obra de tres músicos notables nacidos en la hacienda Toh en los últimos años del siglo XIX, creadores de la afamada Orquesta Danzonera de los Hermanos Concha, a los que incluí con sendas entradas en mi Diccionario de la Canción Popular de Yucatán, editado por el Gobierno del Estado, en 2010, con el apoyo del Instituto de Cultura de Yucatán y de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, y que ahora comparto con los lectores de Por Esto!

 

EL DANZÓN EN YUCATÁN

Como se sabe, el danzón nació en la población de Matanzas, Cuba, y el primero fue el titulado Las Alturas de Simpson, que se escuchó por vez primera el 1 de enero de 1879 en el Liceo de Matanzas. Lo interpretaba una orquesta típica de viento, que contaba con cornetín, un trombón de pistones, un figle, dos clarinetes en DO, dos violines, un contrabajo, dos timbales y un güiro criollo. Dicha orquesta estaba dirigida por Miguel Failde Pérez que era el autor del mismo. El danzón de Failde se conforma de tres partes de 16 compases, que se denominan: Introducción, parte o trío de clarinete y trío de metales.

Muy pronto ese rítmico genero bailable caló hondamente en las sociedades porfirianas de Yucatán y Campeche. Al grado tal, que en el semanario J. Jacinto Cuevas, de 1888-1894, y la Gaceta Musical, de 1895, editados en Mérida, nos encontramos con más de 50 partituras de danzones escritos por autores locales de Yucatán y Campeche. Estos materiales pueden consultarse en el Centro de Investigación Musical “Gerónimo Baqueiro Fóster” de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, a mi cargo, ubicado en el Centro Cultural La Ibérica, calle 37 por 74 y 74ª, teléfono 920 5184.

 

DANZONERA YUCATECA

Muchos saben que la Danzonera Yucateca de los Hermanos Concha fue la orquesta de lujo en los mejores años del legendario Salón México de la capital del país, “La Catedral del baile”, inaugurado el 20 de abril de 1920. Muchos, también, conocen los nombres de estos tres hermanos espléndidamente dotados para la música: Everardo, Juan de Dios y Pedro. Lo que pocos sabían y me correspondió revelarlo en mi Diccionario, fue el nombre de la localidad en la que nacieron, sus fechas de advenimiento y sus aportes a la música popular yucateca.

 

EVERARDO CONCHA

Everardo Concha Burgos nació en la Hacienda Toh, del municipio de Mocochá, Yucatán, el 8 de agosto de 1882. Fue Músico, compositor, arreglista y director de orquesta. Estudió música en la ciudad de Mérida y destacó en la ejecución del clarinete y el saxofón. En enero de 1904, contrajo matrimonio en Progreso con la señorita Adolfina Solís Esquivel. En la capital yucateca se desempeñó como copista musical. Escribió danzones y arreglos de canciones yucatecas para este cadencioso género bailable. Fue maestro de música de sus hermanos menores Juan de Dios y Pedro, y los tres participaron, juntos o por separado, en varios importantes proyectos musicales.

En abril de 1913, grabó con su banda en el sello Columbia, de Nueva York, dos temas suyos: la marcha Delio Moreno Cantón y el one step Lotería Nacional en Cuba. Junto con sus hermanos, integró la Orquesta de Jazz Esmeralda, que debutó en Mérida el 11 de febrero de 1922. En agosto de ese año, grabó en Nueva York varias jaranas de su autoría: Blanquita, Viva Maxcanú, Florinda y Lindas meridanas, y otros temas de varios autores. Unos días después, allí mismo grabó con una banda cubano-mexicana, en sello Okeh, sus danzones Pluma y lápiz, Zas qué sabroso estás, Okeh, El negro García, Esther y Los diablos del jazz, así como Canto hermanos, Murillo y Habanero Pizá, de José A. Castilla.

En enero de 1923, compuso con letra de Álvaro Brito, el danzón Cine Pathé, que dedicó a su propietario Víctor M. Zapata, y la estrenó con la orquesta del Pathé, bajo su dirección. También es autor de los danzones Recopilación y una versión de Peregrina, grabados por la orquesta del cubano Enrique Byron, en Nueva York, en octubre de 1923. Suyo también es el danzón Cuba tus hijos gozan, grabado por Juan Fernández y su Danzonera del Salón México, en sello Okeh.

Es autor de la jarana Aurorita y del danzón Tristeza, grabados en 1927, y de la jarana El tata, grabada por la Orquesta Concha en 1930; de las jaranas La bella Filomena y Coqueteando, grabadas en Nueva York por la Orquesta Típica Yucateca, de Rubén Darío Herrera, en diciembre de 1928, y de Viajando en trimotor, grabada por la Orquesta Pan-Americana, en junio de 1929.

En 1936 grabó con la Orquesta Concha en la ciudad de México, sus danzones Aunque usted no lo crea y España y, en 1937, sus jaranas Lindas yucatecas y Rosarillo. Varios de sus danzones constan de 6 partes; la última cantada.

Parte de su obra musical se preserva en el Centro Baqueiro Fóster de la ESAY, a mi cargo. Allí pueden consultarse sus danzones Mickey, Mi amor del Cairo, El remate, La moratoria y La casa de Marina, en referencia a un prostíbulo de una señora Marina Martínez, muy conocido en su tiempo; lo mismo que sus valses Cabecita griega y Alma soñadora; así como un álbum con 12 jaranas, de las cuales 10 son de su autoría: La peloncita, Aurorita, Rosarillo, Graciela, El Tata, Coqueteando, Corazón, Sidra Pino y Mi guajira, las tres últimas con sus respectivas bombas, y una más sin nombre. Completan el álbum, dos jaranas sin nombre del compositor Eufrasio Caamal, así como un arreglo orquestal al conocido cuplé-gavota La cola del gato. Murió en Mérida, el 22 de junio de 1945.

 

JUAN CONCHA

Juan de Dios Concha Burgos nació en la Hacienda Toh, Mocochá, Yucatán, el 8 de marzo de 1897. Fue músico, compositor y director de orquesta. Junto con sus hermanos, formó la Orquesta Jazz Esmeralda, que debutó en Mérida el 11 de febrero de 1922 y actuó en los bailes del carnaval de 1926. Después, dirigió la Danzonera Yucateca Concha, de la que también fueron integrantes sus hermanos Everardo y Pedro, y con la que viajó a la capital del país, en 1926, para actuar en el Salón México. Entre sus músicos figuraba el violinista Pedro Hoil Calderón, de larga trayectoria en la trova yucateca.

La Danzonera Concha permaneció en la ciudad de México durante varios años, hasta convertirse por su calidad interpretativa en “la máxima figura del Salón México”. Juan de Dios fue el más reconocido “cornetinista”, trompetista y timbalero de danzón de su época. Es autor de conocidos danzones que se popularizaron en todo el país, como El triunfo de los aliados, Matilde y otros que grabó con su Danzonera, en el sello Victor. También es autor de Elia, que años después, grabó Acerina y su danzonera, en sello Peerless.

En 1929, con la Orquesta Concha popularizó en la capital del país el danzón Desdén, que un año antes había compuesto como bolero el trovador Licho Buenfil (Sérvulo Buenfil Chan), con letra del poeta Ermilo Padrón López. Se grabó con arreglo orquestal de Fernando “El Indio” Vázquez Vargas y el estribillo lo cantaron a dúo los trovadores Felipe Castillo Vega (padre del compositor Luis Felipe Castillo) y Fernando Marín, que entonces formaban parte del Quinteto Mérida, de Pepe Domínguez. En 1931, Juan de Dios Concha participó en la primera película con sonido sincronizado del cine mexicano, Santa, donde aparece tocando la trompeta en un prostíbulo. El filme se estrenó en la capital del país el 30 de marzo de 1932.

En abril de 1940, Juan de Dios compuso la danza-capricho Paraíso perdido, que dedicó a su esposa María Luisa Rangel, cuyo original se encuentra preservado en el Centro Regional de Investigación, Documentación y Difusión Musicales “Gerónimo Baqueiro Fóster”, de la ESAY, a mi cargo. Retornó a Mérida y falleció en el Hospital O’ Horán, víctima de una hemorragia cerebral, el 13 de octubre de 1942. Los arreglos musicales de Juan Concha todavía pueden escucharse en el repertorio de algunas de las mejores orquestas danzoneras del país.

 

PEDRO CONCHA

Pedro Félix Concha Burgos (Pereque) nació en la Hacienda Toh, Mocochá, Yucatán, el 22 de febrero de 1898. Fue músico percusionista y compositor. Junto con sus hermanos ya mencionados, creó la Orquesta Jazz Esmeralda que, como ya hemos apuntado, debutó en Mérida en febrero de 1922. De esa época es su vals Idilio, que le instrumentó su hermano Everardo. Más adelante, Rubén Darío Herrera le puso letra de su autoría y, luego, en la capital del país el tema fue arreglado para voz y piano por José R. Gutiérrez.

Se sabe que Pedro Concha fue quien enseñó a tocar los timbales a Consejo Valiente Robert (Acerina), nacido en Santiago de Cuba en 1899, quien había llegado a nuestro país como bongosero de una compañía cubana que actuó en Mérida, y fue protegido del hacendado Joaquín Dueñas González, propietario de la Hacienda Carolina, finca contigua a la hacienda de donde eran originarios los hermanos Concha.

En febrero de 1924, el nombre de Pedro Concha aparece junto al de otros músicos yucatecos, en el directorio de la revista El Sonido 13, que dirigía el maestro Julián Carrillo (1875-1965). En agosto de 1925, fue percusionista fundador de la Orquesta Sinfónica de Mérida, dirigida por el maestro Francisco Sánchez Rejón.

En 1926, viajó a la capital del país con la Danzonera Yucateca Concha, dirigida por su hermano Juan de Dios, pero poco tiempo después regresó a Mérida. A su retorna, dejó su lugar en la danzonera a su alumno Consejo Valiente, quien muchos años después integró su propia agrupación musical con en nombre de Acerina y su Danzonera.

Durante muchos años, Pedro fue timbalero de la Banda de Música del Estado, bajo la dirección de los maestros Francisco Sánchez Rejón (1926-1938), Luis Dávila Hernández (1939-1940), Raymundo Núñez Sáenz (1940-1944), Daniel Ayala Pérez (1944-1955), Efraín Pérez Cámara (1955-1957), José León Bojórquez (1958-1960), Raymundo Núñez Sáenz (1960-1963) y José Clotilde Caamal Uc (1963-1978).

Al mismo tiempo, participó con otras agrupaciones musicales como la Orquesta de Hernán Molina, con la que actuó en las temporadas de revistas regionales del Teatro Colonial (1934-1944). En abril de 1942, el maestro Daniel Ayala lo invitó a formar parte de la naciente Orquesta Típica Yukalpetén, con la que viajó a México en la gira histórica de 1943 y en muchas otras giras después.

De 1944 a 1950, se desempeñó como timbalero de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, bajo la dirección del maestro Daniel Ayala Pérez, que ofreció dos temporadas anuales de conciertos en el Teatro Peón Contreras y, después, en la Sala de Conciertos José Jacinto Cuevas.

En enero de 1965, cuando iniciamos las Serenatas del parque de Santa Lucía, “Pereque”, como le llamábamos coloquialmente , era el timbalero titular de la Orquesta Típica Yukalpetén, dirigida entonces por el maestro Nicomedes Canto. Con ella grabó, en julio de 1968, con dirección del maestro Pedro Hoil Calderón, los dos primeros elepés de la emblemática orquesta, en los estudios de la RCA Victor Mexicana,producidos por Carlos Patrón Méndez. En esas grabaciones históricas sus timbales le dan una sabrosura muy especial a las jaranas y a los boleros rítmicos. Se jubiló de la Yukalpetén y de la Banda de Música en 1976 y falleció en Mérida el 27 de octubre de 1989, a los 91 años de edad.

*Director del Centro de Investigación Musical “Gerónimo Baqueiro Fóster” de la Escuela Superior de Yucatán.

 

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Publicado en la sección Cultura del periódico Por Esto!, el jueves 17 de septiembre de 2015.